Una semana de bondad o euforias olvidadas
Este semanario es un relato manifiesto de un estado nocturno, distante pero familiar, brillante y confuso. El trazo sigue la emoción del recuerdo y evita la extinción del sueño. Los vestigios se recorren como punto de partida para mantener el ritmo. El movimiento toca orillas inesperadas y elementos sugeridos por Marx Ernst son pistas para volver al camino.